DESCONOCIDO VI
Eran las iguanas del Olimpo, lo magistral de lo caduco; el esencial pecado de la naturaleza, el dúo perfecto de la vida, el sorbo caliente de lo sublime y sin más ni menos el indiscutido golpe de seriedad chorreada y engendrada en el más inútil de los seres.
Era la bestia pulcra vestida y sedienta que avanzaba solemnemente para intimidarte, para luego mirarte con ese fresco deseo sulfúrico que solo ella te puede ofrecer, cien millares de caspio que avanzaban hacia ti, ojos quebrantados que parecían hablar decían a gritos sordos lo que jamás debería ser rebelado, lo que vanamente era el resguardo de tu capsula habitada por pordioseros, quienes se movían de un lado a otro, haciendo señas estupidas que dejaban al mas ignorante de los señores sintiéndose sabio y admirable, pero ese res que hablaba no eras tu, era otro distinto al otro pero parecido a ti habiendo aun así sido fecundado en aquel otro que no era el otro sino distinto al otro que se agrupaba dentro de tu vientre para dar a luz a aquel nuevo otro. Retorciendo tus tripas de aborrecido aun no muerto bebiste del último cáliz de valor que te quedaba, acariciaste tus manos como maldito puerco galopante y caíste al suelo sintiéndote dueño de nada, pero poseedor de todo…

© Vicky Bravo, Septiembre 2009